
(Al menos como crees)
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Aunque vemos y usamos el color rosa constantemente -en flores, ropa, luces, y objetos decorativos—, desde una perspectiva estrictamente física y óptica, el rosa no es un color real en el sentido espectral. ¿Qué significa esto exactamente?
La ciencia detrás del rosa
Para entenderlo, hay que mirar un poco más allá de nuestros lápices de colores. En el mundo físico, los colores se generan a partir de longitudes de onda de luz. Rojo, azul, verde, amarillo… todos estos tienen su “sitio” en el espectro visible. Pero si buscas el rosa —o su versión técnica, el magenta— en ese espectro, no lo vas a encontrar.
Los colores espectrales: el arco iris
Cuando hablamos de colores desde un punto de vista físico, nos referimos a longitudes de onda de luz. La luz visible es una pequeña franja del espectro electromagnético, con longitudes de onda que van aproximadamente desde los 400 nanómetros (violeta) hasta los 700 nanómetros (rojo).
Los colores del arco iris (rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul, violeta) se corresponden con una sola longitud de onda de luz. Estos son los llamados colores espectrales. Cada uno tiene su lugar en ese continuo.Pero si te fijas bien...el rosa no está en el arco iris¿por qué?
El rosa no tiene su propia longitud de onda.
El rosa no corresponde a ninguna longitud de onda única de luz.No hay una frecuencia de luz "rosa".
En cambio, lo que percibimos como rosa es el resultado de una mezcla especifica de luz roja y azul/violeta, sin presencia de luz verde.
La percepción visual y la invención del rosa
Tu cerebro interpreta la luz que entra por tus ojos. Cuando recibe una mezcla de luz roja y azul (los extremos del espectro) pero sin la luz verde que normalmente estaría en en el medio, el sistema visual "compensa" esa ausencia inventando una sensación de color que no está en el espectro físico.
Entonces, es falso decir que el rosa no es un color?
No necesariamente, todo color, incluso los espectrales, son interpretaciones cerebrales. Lo que diferencia al rosa es que:
-No existe como una onda expectral electromagnética independiente.
-No esta presente en el espectro continuo de la luz visible.
-Solo lo percibimos con la combinación de otras luces.
Aún así el roisa está en todas partes. No por ser inventado es menos poderoso. El rosa ha tenido una historia rica, cambiante, contradictoria: símbolo de lo femenino y lo infantil, pero también de lo transgresor, lo kitsch, lo camp, lo radical. Es tierno y desafiante, suave y brillante, empalagoso y punk.
En el arte, el rosa sirve para emocionar, para romper esquemas, para suavizar formas o encender una composición. Se asocia con lo imposible, lo fantástico, lo imaginado. Puede convertir una escena cotidiana en una explosión de irrealidad.
¿Y si lo importante no es lo que existe, sino lo que sentimos?
Tal vez el rosa no es un color “real” en términos científicos, pero sí lo es en nuestra experiencia. En nuestros dibujos, en nuestra ropa, en los espacios que habitamos. Es una construcción cultural, visual, emocional… y eso lo hace, en muchos sentidos, más real que cualquier longitud de onda.
Pensarlo así invita a abrazar el poder de la percepción y la imaginación. Porque a veces, lo que no existe en el mundo físico es precisamente lo que más espacio ocupa en nuestra cabeza —y en nuestras paletas de color.
Desde el punto de vista de la física el rosa no es un color puro.
Desde el punto de vista de la percepción y la psicología visual el rosa es absolutamente un color.
Dato Curioso
¿Sabías que el rosa más rosa del mundo fue creado como un acto de rebeldía artística?
El pigmento se llama Pinkest Pink y es tan vibrante que parece gritar desde el papel. Pero su origen no tiene nada que ver con la estética dulce o infantil que solemos asociar al rosa. Fue una provocación directa: una respuesta del artista británico Stuart Semple contra la exclusividad del Vantablack, el negro más negro del mundo, reservado solo para Anish Kapoor. Así comenzó una insólita "guerra de colores" que sacudió el mundo del arte contemporáneo y puso sobre la mesa un debate incómodo: ¿Debería un color poder ser privatizado?